A lo largo de los años se ha puesto de manifiesto la necesidad de adecuar los ambientes que rodean a las personas que envejecen convirtiéndolos en entornos facilitadores de vida. Los centros de mayores deben alejarse del modelo hospitalario y asistencial para convertirse en lugares llenos de vida más parecidos a los hogares familiares, donde se preserve la intimidad de los residentes.
Los estudiosos de la psicología ambiental han mostrado la estrecha relación entre el ambiente y el bienestar físico, mental y social de las personas. En el caso de las personas con deterioro cognitivo y otras demencias se viene hablando de la necesidad de estructuración de los ambientes, mantenimiento de hábitos y actividades de la vida diaria y que además estas actividades sean significativas para las personas y relacionadas con su historia de vida.
En el curso se hablará de la necesidad de crear ambientes estimulantes y se pondrán ejemplos de buenas prácticas en la mejora de los entornos. Los ponentes son profesionales de reconocido prestigio que llevan tiempo trabajando en esta área y evaluando la eficacia de sus intervenciones.
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