- “Soledad en las personas mayores”: Primer Wokshop de la International Association of Gerontology and Geriatrics en España. Del 22 al 24 de noviembre de 2017 en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia.
- El perfil sociodemográfico de las personas que están en mayor riesgo de sentirse solas coincide con ser mujer, tener más edad, bajo nivel formativo, pocos ingresos, no tener pareja y vivir solo.
- La soledad contribuye a un aumento de la tension arterial, problemas cardiovasculares y del sueño. Además de un mayor riesgo de tener demencias e incluso Alzheimer.
Hoy ha dado comienzo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia el curso “Soledad en las personas mayores”, dirigido por Dr. Javier Yanguas y Dra. Sacramento Pinazo-Hernandis, organizado por la International Association of Gerontoloy and Geriatrics-Europa y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), a través de su Fundación Envejecimiento y Salud (FES), con el apoyo de Fundación La Caixa.
Durante tres días se analizará desde un enfoque multidisciplinar la soledad, puesto que es un problema de salud pública, del que se habla poco, pero de gran importancia para los gerontólogos y geriatras.
La jornada ha sido inaugurada por Clemens Tesch-Römer, Presidente de IAGG_EU; José Antonio López-Trigo, Presidente SEGG; Agustín Domingo Moratalla, Director de la UIMP en Valencia; Cristina Segura, Directora del Programa de Mayores de la Fundación Bancaria “la Caixa” y los directores del curso: Javier Yanguas, Presidente de la Sección de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la IAGG-EU y Sacramento Pinazo-Hernandis, Vicepresidenta de Gerontología de la SEGG.
En el día de hoy se ha hablado de la soledad desde un punto de vista interdisciplinar en la conferencia de Dr. Javier Yanguas y de la relación entre la soledad emocional y bienestar, en la conferencia de Kimberly Smith. Durante la mesa redonda titulada “Desentrañando la soledad”, Mercé Perez-Salanova ha disertado sobre las múltiples soledades y Andrés Losada ha abordado la soledad en los procesos de cuidado.
En lo relativo a la soledad de las personas mayores, el perfil sociodemográfico de las personas que están en mayor riesgo de sentirse solas coincide con ser mujer, tener más edad, bajo nivel formativo y escasos ingresos, no tener pareja y vivir solo. En cuanto a las relaciones sociales, la soledad se asocia con un contacto poco frecuente con amigos y familiares, insatisfacción con el apoyo recibido y una baja participación social. La soledad también ha sido vinculada a problemas de salud; tanto de salud física como emocional y cognitiva.
Autores como Cacioppo han encontrado relación entre soledad y un aumento de la tensión arterial, problemas cardiovasculares y del sueño. La relación entre soledad y depresión ha sido muy estudiada y además, se ha comprobado que las personas solas tienen mayor riesgo de tener demencias e incluso Alzheimer. Además del impacto en la salud objetiva, las personas que se sienten más solas suelen tener una peor percepción subjetiva de su estado de salud. La soledad también aumenta el riesgo de mortalidad.
En cuanto al estado funcional, se ha demostrado que las personas solas suelen tener la movilidad reducida y más limitaciones en las actividades de la vida diaria. Además, suelen estar menos satisfechas con sus vidas. Finalmente, algunos estudios indican relaciones entre soledad y algunas variables cognitivas o de personalidad, como bajos niveles de control percibido y de autoestima, o alto nivel de neuroticismo.